Cláusulas sociales y responsabilidad
Se vislumbra una tendencia a incentivar valores sociales, éticos y ambientales en la contratación pública. En este contexto, entidades sin finalidad de lucro con una larga tradición participativa se encuentran en una posición de partida privilegiada.
Para ello es imprescindible incorporar indicadores sociales, ambientales y éticos en la gestión diaria tales como: adaptación al entorno (conocimiento, capacidad de respuesta inmediata, etc), sistemas de control de calidad y de satisfacción de la ciudadanía usuaria, uso de productos de comercio justo, incorporación de la perspectiva de género, minimización de impactos ambientales, eficiencia energética, incorporación de planes de formación de personal vinculados a las tareas desarrolladas, etc.
Un ateneo debe rendir cuentas a la sociedad. Si elaboramos memorias de actividades y balances económicos, no está de más hacer también un balance social que refleje nuestras prácticas de consumo, gestión, gobernanza…
¿Practicamos internamente lo que predicamos hacia afuera? ¿Somos respetuosos con la diversidad? ¿Cumplimos con el medio ambiente? ¿Compramos con criterios sociales? ¿Podemos explicar todo esto?
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